A esta edad te sientes más seguro/a, más fuerte. Probablemente, aún no has notado aun los efectos normales del envejecimiento a los que te tendrás que enfrentarte más adelante. Si eres mujer, seguro que te planteas al menos ser madre. No descuides tu salud. Esta década es muy importante para reducir las probabilidades de tener problemas más adelante.
• Cambia tu masa corporal. Vas cumpliendo años y tu metabolismo se ralentiza. Tu cuerpo necesita menos energía. Comienzas a almacenar más grasa corporal y menos masa muscular. El VIH puede contribuir a que estos cambios aumenten el riesgo de enfermedad coronaria. Es importante que ajustes tu estilo de vida por lo que se refiere a la dieta y a la rutina de ejercicios.
• Sigue una dieta equilibrada. Algunas personas pueden experimentar una redistribución de la grasa y un aumento de peso asociados al VIH. Una mujer promedio necesita alrededor de 2.000 calorías, aunque esta cifra depende de la edad, el metabolismo o el nivel de actividad física que realiza. Piensa que cada vez que vas a un restaurante de comida rápida, ingieres hasta mil calorías. Si vas dos veces por semana, eso puede significar seis kilos de más en un año. Haz ejercicio moderado con regularidad y come bien.
• Deja el tabaco. El tabaquismo es una de las más graves amenazas para la salud en Europa. Las personas que viven con VIH y fuman están más expuestas a desarrollar cáncer de pulmón. Este riesgo aumenta con la edad. Si no lo has hecho aún, deja de fumar. Y, si no puedes solo, pide ayuda.
• Vacúnate contra la gripe. Es muy aconsejable que las personas que viven con VIH se vacunen contra la gripe ya que tienen un riesgo más acusado de sufrir complicaciones grave por esta causa.
• Puedes ser madre sin problema. Las mujeres con VIH pueden tener embarazos saludables si están correctamente tratadas. El riesgo de transmitir el VIH al bebé es muy pequeño si tomas tu medicación y tu carga viral es indetectable. En cualquier caso, si vas a ser madre, habla con tu médico.
Referencias y Bibliografía