“Los objetivos de ONUSIDA para 2030 están en riesgo, seguro. Y, sobre todo, el primer 90, que es el más difícil de los tres”. Cauteloso como es habitualmente, Esteban Martínez no deja aquí resquicio a la duda. “El testeo, los sistemas de prevención… Todo se lo llevó por delante la urgencia del coronavirus. Es verdad que, al menos teóricamente, ha podido haber menos riesgo de contraer el VIH. Pero esto está sin medirse, no hay perspectiva suficiente, no lo podemos saber aún”, añade.
El especialista de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona e investigador de IDIPABS. subraya, sin embargo, que en los otros dos 95 el impacto ha sido menor, y menor aún en el tercero: “Todos los profesionales hemos intentado durante estos meses mantener al menos un mínimo que asegurara el tratamiento de las personas con VIH que ya lo venían seguiendo. En general, diría que lo hemos conseguido”.
Con todo, hay margen de mejora. Si se ponen en marcha o refuerzan 19 intervenciones concretas de ahora a 2030, España conseguiría pasar del 87% al 100% en el porcentaje de personas diagnosticadas (primer 95); del 97,3% al 98% en el porcentaje de personas diagnosticadas en tratamiento (segundo 95); y del 90,4% al 95,6% en el de personas en tratamiento con carga viral indetectable (tercer 95). Es decir, cumpliría y superaría los objetivos de ONUSIDA.
Ésta es la principal conclusión del estudio ‘Achieving 2030 UNAIDS goals in human immunodeficiency virus individuals: a simulation model to prioritize interventions for decision making’, realizado por un equipo de expertos españoles, que ha sido presentado en la conferencia ISPOR Europe 2020.
ISPOR 2020 se desarrolló virtualmente entre el 16 y el 19 de noviembre del año pasado con el título genérico ‘Improving Health: Establishing Incentives and Sharing Value’. El objetivo del estudio es medir el impacto de una serie de medidas dirigidas a la población VIH española con el objetivo de alcanzar el triple objetivo 95-95-95, ahora en entredicho. Esteban Martínez forma parte de ese equipo, que se ha movido en el terreno de las proyecciones a partir de la literatura existente.
“Los objetivos de ONUSIDA para 2030 están en riesgo, seguro. Y, sobre todo, el primer 90, que es el más difícil de los tres”
Esteban Martínez
Médico del Hospital Clínic de Barcelona. Ha sido presidente de GESIDA y de SEIMC hasta este año.
“Es un ejercicio teórico. Si hubiesen sido otros los expertos participantes, las conclusiones seguramente habrían sido también otras. Hay que advertir igualmente
que los condicionantes y las medidas encontradas en la literatura no tienen por qué ser válidos en todo lugar y momento. En cualquier caso, queríamos apuntar algunas oportunidades a partir de las lagunas detectadas en los tres primeros 90: en qué medida esas lagunas puede solventarse con actitudes o acciones concretas que conduzcan al triple 95”, aclara.Revisión a fondo de la literatura disponible, selección consensuada de intervenciones y proyección de su impacto en nuestro país en distintos escenarios durante el periodo 2020 a 2030.
Si se ponen en marcha o refuerzan 19 intervenciones que detallan Esteban Martínez y su equipo en su estudio, España conseguiría pasar del 87% al 100% en el porcentaje de personas diagnosticadas (primer 90); del 97,3% al 98% en el porcentaje de personas diagnosticadas en tratamiento (segundo 90); y del 90,4% al 95,6% en el de personas en tratamiento con carga viral indetectable (tercer 90). Es decir, cumpliría y superaría los objetivos de ONUSIDA.
Para sus simulaciones, los autores han tenido en cuenta distintas variables actuales del contexto español: incidencia del VIH, tasa de prevalencia, número de personas que viven con VIH, muertes relacionadas con el VIH, introducción de la PrEP en 2019…
Adjudican acciones tanto a población general como a grupos concretos (heterosexuales, hombre que tienen sexo con hombres, migrantes, trabajadores y trabajadoras del sexo, comunidad trans y usuarios de drogas inyectables). Y traducen, finalmente, su eficacia en un incremento porcentual de la población con VIH que está diagnosticada, en tratamiento o con carga viral suprimida.
El reportaje VIH: ¿Es realista el cuarto 90?