Activista, instagramer y youtuber
¿Cómo quieres que empecemos esta entrevista? Di al mundo lo que quieres decir, lo que te mueve…
A mí me mueve saber que se puede estar de acuerdo con la vida hasta cuando se está mal. Hay mucho miedo para tan poco peligro y no existe nada tan importante. Eso es una buena noticia.
¿Es eso lo que haces en tus redes sociales? ¿Es esa tu misión, por lo que te lanzaste a ellas? ¿Qué quieres conseguir?
Supongo que lo que busco es aliviar a la gente y cambiar un poquito el mundo. Compartir las cosas que a mí me ayudan a estar más de acuerdo con la vida.
¿Por qué crees que te siguen? Dinos las claves de tu éxito en redes…
Mira, yo creo que son dos: reflexión y risa. Creo que a la gente le gusta pensar o reflexionar con un lenguaje cercano y con su poco de risa. Me parece que es lo que encuentran en mis vídeos, que es lo que yo, a mi vez, encuentro en la vida.
Cuéntanos algo de tu método: ¿cómo eliges los temas?, ¿cómo los abordas?
Suelen surgir de mis conversaciones acaloradas con amigos y no tan amigos, tratando de superar puntos de vista que ya están muy manidos. Y, sobre todo, de mis conversaciones a solas en casa. Los azulejos del baño son los que tienen la culpa de todo…
¿Has tenido que morderte la lengua alguna vez? ¿Cómo encuentras ese punto?
Sí, pero más por mí que por otra cosa. Me da miedo cagarla y decir algo que, en vez de aportar, perpetúe un sistema nocivo, y que alguien te tire de la oreja por eso. Pero no me paraliza porque también acepto que la voy a cagar. Irremediablemente, todo el mundo lo hace. Sin embargo, suelo frenarme a mí mismo. Siento que se habla muy rápido y muy a la ligera de todo. Tenemos pleno derecho a opinar y a charlar de lo que queramos, pero me parece que eso me aleja de lo que quiero hacer con el canal. Sobre todo, me muerdo la lengua cuando sé que hay gente que va a aportar luz de forma más conveniente que yo.
Interactuar es clave en redes. ¿Cómo lo haces tú? ¿Cómo tratas a tus trolls?
Trato de aceptar y valorar las críticas de quien hace lo mismo que yo. Hay tanta gente en todas partes que hay que concentrarse en eso cuando ves un comentario desagradable. Aunque, si te digo la verdad, tampoco me son totalmente indiferentes. No miro comentarios si ha pasado poco tiempo desde la publicación y trato de poner un límite de tiempo a la hora de leer y atender comentarios y mensajes. Es sano ser higiénico con las redes, por pura supervivencia.
¿A quién sigues tú? ¿A quiénes tendríamos que seguir todos los que tenemos un interés, el que sea, por el VIH?
Desde onegés y asociaciones como ImaginaMAS, ApoyoPositivo, StopSida, hasta Samantha Hudson, pasando por profesionales como Gabriel J Martin y profesionales médicos sin estigma o que luchan contra él. Y, por supuesto, a amigos cercanos que lo viven de una manera brillante.
En la selva de las redes, y sobre el VIH y las ITS en general, ¿cómo podemos distinguir quién es fiable y quién no?
Primero, no hay que olvidar que se trata de una información íntima y personal, que uno comparte si quiere y si siente la confianza. Y, luego, creo que lo mejor es empoderarse muchísimo con información y autoconocimiento. Para que, cuando encontremos a inconscientes que se dejen llevar por el miedo y el desconocimiento, no sintamos que somos culpables de nada.
¿Cómo valoras la comunicación que se hace sobre VIH? Sigue habiendo mucho desconocimiento, mucho prejuicio…
La comunicación ha sido cada vez más sana y menos histérica. Desde luego, las campañas ya no son como eran y, si se quiere, hay información suficiente para entender que podemos liberarnos del estigma. El desconocimiento es más fruto de la falta de visibilidad y de la sexofobia, culpa de nuestra cultura judeocristiana. En este y en otros tantos temas: la necesidad de encontrar culpables, pecados y castigos es el mayor palo en la rueda.
¿Qué crees que falta, comunicativamente hablando, para que siga habiendo tanto desconocimiento sobre el VIH?
Visibilidad. Ejemplo: ¡qué fácil es hoy compartir una prueba positiva de covid y con qué estigma se trató al principio todo lo que tenía que ver con infectarse! Como si pudiéramos controlar absolutamente la naturaleza…
¿Qué han aportado más y mejor las redes en esta tarea de concienciación social frente al VIH? ¿Hay algo que en redes esté perjudicando esta misión?
Ahora, es más fácil encontrar referentes e información. Es verdad que la sobreinformación puede ser un problema, pero creo que hay mucha más información al alcance. ¡Y con mucha más llegada que un cartel informativo en la sala de espera de un centro de salud!
¿Por qué crees que las ITS se están disparando, especialmente entre los jóvenes? ¿Qué mensaje te gustaría lanzar en este sentido?
Entiendo que ya los hay. Lo que sí tendrían que hacer es tener una mayor formación en inteligencia emocional y social a la hora de tratar con los demás. Una cosa es ciencia y otra es tener a personas delante. No pido que se impliquen emocionalmente en todo, pido que se hagan cargo de que los pacientes (y su salud) son un todo. Habría que eliminar absolutamente todo el prejuicio y el estigma, sobre todo asociado a las ITS. Eso es algo que no habría ni que nombrar. Ahí también hay que ponerse las pilas.
¿Crees que los profesionales de la salud podrían tener un papel más activo en redes? ¿Cómo podría y cómo debería ser?
Entiendo que ya los hay. Lo que sí tendrían que hacer es tener una mayor formación en inteligencia emocional y social a la hora de tratar con los demás. Una cosa es ciencia y otra es tener a personas delante. No pido que se impliquen emocionalmente en todo, pido que se hagan cargo de que los pacientes (y su salud) son un todo. Habría que eliminar absolutamente todo el prejuicio y el estigma, sobre todo asociado a las ITS. Eso es algo que no habría ni que nombrar. Ahí también hay que ponerse las pilas.
¿Por qué tan pocas personas conocidas con VIH dan la cara? ¿Qué les dirías y cómo llevarías tú sus redes?
Está claro que por estigma. Yo animaría a que se preguntaran si callan y ocultan parte de sus vidas por toda la gente que tienen alrededor, desde representantes, firmas, discográficas, productoras, hasta la sociedad en general. Hay una oportunidad de oro de ser faro para muchos y motor de cambio social. Una sociedad que no frunce el morro ante una persona con VIH es una sociedad mejor. Una sociedad que considera que es igual infectarse de algo por follar que por una tos es una sociedad mejor.