Inmunidad adquirida
Se denomina también inmunidad específica porque dirige su ataque a un antígeno específico que se ha encontrado con anterioridad o de forma pasiva. Capacidad del organismo de prevenir una infección específica o de luchar contra ella. Se puede adquirir ya sea de manera activa (después de tener la infección y recuperarse o después de recibir la vacuna contra la misma) o pasiva (al recibir anticuerpos de una fuente externa, tal como la leche materna o componentes de sangre donada).