El webinar inaugural tuvo lugar el 26 de noviembre de 2020 y se centró en la calidad de vida de las personas que viven con VIH. Estuvo moderado por la presidenta de Seisida, Concha Amador, y contó con la participación de Antonio Antela, internista del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), y María José Fuster, profesora en el Departamento de Psicología Social y de las Organizaciones de la UNED y directora ejecutiva de Seisisa. Antela se refirió a la calidad de vida de los pacientes VIH desde la perspectiva clínica y Fuster desde la perspectiva social.
Las personas con VIH afrontan desafíos únicos y específicos. “La eficiencia en los cuidados del VIH no se puede evaluar exclusivamente mediante datos biomédicos. Por ello, es preciso contemplar la calidad de vida relacionada con la salud como un parámetro central de la salud de las personas con VIH”, dijo Fuster. En su opinión, la calidad de vida relacionada con la salud es un aspecto central para garantizar la salud a largo plazo de las personas con VIH. Influye en los resultados de salud directa e indirectamente, dijo. Fuste demandó avances en el modelo de atención a las personas con VIH que incluyan el apoyo psicosocial y la atención a los factores estructurales que influyen en la calidad de vida relacionada con la salud.
Antonio Antela, por su parte, subrayó que, a pesar de que la infección por VIH se considera una dolencia crónica y bien controlada en la casi totalidad de los pacientes, “al aumentar su supervivencia, estos sufren un mayor número de comorbilidades propias de la edad”. Explicó el internista que las personas con VIH sufren un proceso de envejecimiento “acelerado o prematuro” que hace que dichas comorbilidades aparezcan antes y se acumulen, dificultando así su manejo. “Tenemos que hacer un esfuerzo para que el cuarto 90 sea una realidad en nuestro medio, y acostumbrarnos a preguntar a los pacientes sobre ello, si es necesario usando los cuestionarios que se están desarrollando a tal efecto”, concluyó Antela.
ONUSIDA se marcó para 2020 el objetivo 90-90-90: que el 90% de las personas que vive con VIH conozca su estado, que el 90% de dichas personas reciba tratamiento y que el 90% de las tratadas tenga supresión viral. España está muy cerca de lograrlo. Por eso, Seisida cree que se debe dar un paso más y considerar la calidad de vida como el cuarto 90 para aportar una visión integral de la salud de las personas con VIH.