La vida de las personas con VIH tiene muchos interrogantes que impactan directamente en el bienestar emocional y la adherencia al TAR.
Los HSH que practican Chemsex tienen más probabilidades de sufrir depresión, ansiedad o dependencia de sustancias.
El uso de drogas chemsex constituye una barrera importante en la consecución de una adherencia al tratamiento óptima.
El abuso de alcohol es un importante problema de bienestar emocional.
El consumo de alcohol en exceso, aunque sea esporádico, puede afectar a la adherencia y perjudicar el resultado del TAR.
Las poblaciones vulnerables presentan altas tasas de malestar emocional y de trastornos mentales.
Las características sociodemográficas (la educación, la ocupación, los ingresos, la posición social u orientación sexual) están ligadas y son determinantes en el nivel de adherencia del TAR.
El estigma no exteriorizado se asocia con peor bienestar emocional y físico.
El autoestigma, los sentimientos de culpa y la ausencia de soporte social o familar pueden disminuir la adherencia.
Una situación emocional y social cambiante puede afectar a la comorbilidad psiquiátrica (depresión, ansiedad e insomnio).
El diagnóstico o los síntomas de las comorbilidades psiquiátricas son una barrera en el cuidado de las personas con VIH. Algunas, como la depresión, están asociadas a una peor adherencia al TAR.
Una baja adherencia al tratamiento antirretroviral puede hacer que el virus se reproduzca y aparezcan resistencias.
La aparición de resistencias puede comprometer el mayor logro del VIH: Indetectable=Intrasmisible
Si has conseguido la indetectabilidad, merece la pena mantenerla.
CAMBIANDO EL SIGNIFICADO DEL VIH
