VIH y sida no son sinónimos. Tener VIH no significa tener sida. Estar infectado por el VIH significa que el virus está en tu organismo multiplicándose, lo que provoca que tu sistema inmunológico se debilite, pero no necesariamente que desarrolles la enfermedad.
El sida aparece cuando el sistema de defensa de tu cuerpo está muy afectado debido a la infección del VIH y es incapaz de proteger a tu organismo. El sida es la etapa más grave en la potencial evolución de la infección, algo que puede ocurrir si no estás tratado. En esa fase final, eres vulnerable a muchas infecciones (de todo tipo) que no se desarrollarían si no tuvieras el virus.
Falso. En la década de los 80 y primeros 90 del siglo XX se sabía poco acerca de cómo tratar a las personas que vivían con el VIH o sida. Debido a la falta de conocimiento, muchas personas diagnosticadas murieron. Ahora, disponemos de muchos y muy buenos fármacos contra el VIH. Si sigues el tratamiento y cuidas de tu cuerpo, puedes vivir una vida larga y plena con VIH. Habla con tu equipo médico.
Falso. Desgraciadamente, el VIH todavía no puede curarse. La investigación científica busca de forma incansable una vacuna preventiva, pero su hallazgo aún no se vislumbra a corto plazo. Sin embargo, con los tratamientos actuales puedes vivir bien y tener una esperanza de vida similar a la del resto de las personas.
Falso. Los estudios han demostrado que interrumpir tu tratamiento puede causar problemas. Algunas personas dejan de tomar sus medicamentos por un tiempo porque se sienten bien, porque tienen efectos secundarios o porque quieren olvidar que viven con el VIH. Si no sigues las prescripciones, das una oportunidad al virus para que se multiplique, debilite tu sistema inmunológico y desarrolle resistencia a los medicamentos. Por eso, la adherencia al tratamiento es esencial.
Falso. La prueba mide los antígenos (partículas de proteína viral) y los anticuerpos de VIH (proteínas especiales que el organismo produce para responder a la infección). Las pruebas combinadas antígeno-anticuerpo (también llamadas pruebas de cuarta generación) pueden detectar el VIH con una precisión del 99%. Las pruebas rápidas de detección del VIH son convenientes porque dan los resultados en 20 minutos. Sin embargo, a pesar de que los falsos positivos son muy raros, un resultado positivo de una prueba rápida se considera preliminar y debe ser confirmado por otra analítica de VIH.
Falso. Una vez producida la infección por VIH, los anticuerpos tardan entre tres y cuatro semanas en ser detectados. Es decir, durante este tiempo —el llamado “período ventana”— los análisis pueden resultar negativos aunque la persona tenga el virus. Por eso, cuando existe una situación de riesgo, si el análisis se hace durante el mes siguiente y el resultado es negativo, se recomienda repetirlo.
Depende. La profilaxis post-exposición (PPE) es un método excepcional y de urgencia que puede reducir la posibilidad de infectarnos por VIH, pero solo después de una exposición de riesgo y siempre antes de que se cumplan 72 horas. Tras la correspondiente valoración médica, la PPE supone tomar antirretrovirales durante 28 días.
Falso. Si el tratamiento antirretroviral es efectivo y el virus está totalmente suprimido, no puedes transmitir el VIH a otros —el riesgo es casi nulo— y puedes, por tanto, tener una vida sexual plena y satisfactoria. Se recomienda controlar la supresión de la carga viral como parte del cuidado continuo de las personas que viven con el VIH. Los estudios realizados hasta el momento concluyen que una persona bajo tratamiento antirretroviral y con carga viral indetectable de forma mantenida no puede transmitir el virus a otra persona a través de sus fluidos. El sexo también es seguro si se usa adecuadamente el preservativo o si estás siguiendo un tratamiento de profilaxis pre-exposición (PrEP) de acuerdo con las recomendaciones del profesional sanitario.
Falso. El VIH se puede transmitir durante cualquier contacto sexual sin protección. La mayoría de las formas de control de la natalidad sólo protegen contra el embarazo no deseado, no contra infecciones o enfermedades de transmisión sexual como el VIH. El único método anticonceptivo que previene el embarazo y reduce significativamente el riesgo de contraer VIH es el preservativo.
Falso. En contra de algunas creencias populares, fruto del desconocimiento, el VIH no se transmite por actos de convivencia tales como compartir cama o comida, beber del mismo vaso, o utilizar el mismo lavabo o ducha. Tampoco por abrazar, besar o dar la mano a una persona infectada; ni por el sudor, las lágrimas o la tos. Tampoco hay ninguna prueba que indique el VIH se puede transmitir a través de la práctica del deporte.
Falso. Los besos en la boca no entrañan ningún riesgo para la transmisión del VIH. No hay ninguna prueba que indique que el virus se pueda transmitir por medio de la saliva al besar.
Falso. Sí existe un riesgo de transmisión del VIH si los instrumentos contaminados no se esterilizan o si se comparten con otros. Los instrumentos pensados para penetrar en la piel deberían utilizarse sólo una vez y después ser desechados o limpiados a fondo y esterilizados.
Falso. Cualquier tipo de corte que se realice con un objeto sin esterilizar, como una maquinilla o un cuchillo, puede transmitir el VIH. Compartir maquinillas no es aconsejable a menos que se esterilicen completamente después de cada uso.
Falso y verdadero. En España se analizan todas las donaciones de sangre, plasma y órganos, por lo que el riesgo de infección por el VIH por esta vía es prácticamente nulo. Sólo si la sangre que se transfunde está contaminada puede una persona infectarse por el VIH.
Falso. El VIH no se transmite por picaduras de mosquitos ni de otros insectos. Incluso si el virus entra en un mosquito o en otro insecto que chupe o pique, no se puede reproducir en el insecto. Puesto que el insecto no puede ser infectado por el VIH, tampoco puede transmitirlo al ser humano del que se alimente o al que pique. El virus tampoco se transmite por mordeduras de animales domésticos
Falso. Cualquier persona que mantenga relaciones sexuales sin protección, comparta material de inyección o reciba una transfusión de sangre contaminada puede infectarse por el VIH. Los bebés también pueden contagiarse del VIH a través de sus madres durante el embarazo, el parto, después del alumbramiento o a lo largo de la lactancia. En cualquier caso, un significativo porcentaje de las nuevas infecciones hoy corresponde a personas heterosexuales.
Falso. El aspecto físico no es un indicador para saber si una persona tiene VIH. Una persona infectada por el VIH puede tener un aspecto sano y sentirse bien y, aún así, transmitir el virus. La prueba del VIH es la única forma de averiguar si una persona está infectada.
Falso. Y, además, puedes contraer la misma infección una y otra vez. Muchos hombres y mujeres no presentan síntomas tempranos la primera vez que sufren una infección de transmisión sexual. Sin embargo, pueden transmitir la infección a su pareja.
Cada infección precisa su propio tratamiento. No puedes ser inmune a todas las infecciones de transmisión sexual.
Falso. El único fluido que no transmite el VIH es la saliva. Si practicas sexo oral y hay eyaculación, sí puedes adquirir el virus.
Falso. Muchas personas con VIH han podido ser madres y padres y sus hijos han nacido sin el virus. En la actualidad, existen estrategias que permiten a las personas con VIH tener descendencia sin que se transmita el virus ni a su pareja ni a su bebé.
Referencias y Bibliografía