Todas las mujeres viven antes o después la menopausia. Entonces, dejan de menstruar y ya no pueden quedarse embarazadas por medios naturales. Normalmente, esto tiene lugar entre los 45 y los 55 años, cuando los niveles de estrógenos se reducen.
No está demostrado que la menopausia se adelante en las mujeres que viven con VIH ni que sus síntomas se acentúen. En algunas ocasiones, debido a la intensidad de los síntomas, algunas mujeres con VIH deciden interrumpir sus tratamientos antirretrovirales. Si es tu caso, consulta cuando antes con tu médico.
No todas las mujeres viven la menopausia de la misma manera ni con la misma intensidad. Los síntomas pueden darse meses o años antes de que tus periodos menstruales se interrumpan del todo. Los más frecuentes son alguno de estos: irregularidad en el periodo menstrual, sofocos, sudores nocturnos y mala calidad de sueño, bajo estado de ánimo, irritabilidad, menor deseo sexual, sequedad vaginal o cansancio.
Las personas que viven con VIH y las mujeres después de la menopausia presentan un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis. Este deterioro de la masa ósea se acelera con el envejecimiento y afecta más a las mujeres que a los hombres, al menos en un principio. La terapia hormonal a base de estrógenos puede ayudarte a proteger tus huesos.
Las mujeres transgénero que están en terapia hormonal pueden experimentar síntomas similares a los de una menstruación como calambres, hinchazón, o náuseas, pero no tienen el periodo. Por esta razón, su experiencia de la menopausia es diferente a la de las mujeres cisgénero. Es importante hablar con tu médico sobre los síntomas y las sensaciones que puedes vivir.
Si estás siguiendo una terapia hormonal y tienes VIH, no dejes de acceder o interrumpir el tratamiento antirretroviral. Si te preocupa que la terapia interfiera con el antirretroviral, habla con tu médico. Si tu terapia hormonal es a través de inyectables, es esencial que sigas las medidas de higiene indicadas: utiliza solo agujas nuevas y esterilizadas cada vez y elimina las usadas en su lugar correspondiente. Esto es esencial para evitar transmitir el VIH a otras personas o para contraer otras infecciones como la hepatitis C.
Si tienes síntomas menopáusicos muy intensos, prueba a seguir terapia hormonal sin estrógenos. Para la sequedad vaginal, usa cremas y lubricantes con estrógenos. Si estás con ansiedad o tu estado de ánimo es bajo, también puede ser útil seguir una terapia conductiva y compartir tus sensaciones con un especialista.
Los tratamientos para aliviar los síntomas de la menopausia son los mismos tengas o no VIH. Comer bien, llevar una dieta equilibrada y saludable y hacer ejercicio regularmente pueden mejorar tu calidad de vida en ese periodo. También pueden ayudarte los tratamientos o suplementos a base de hierbas, aunque conviene que consultes con tu médico por si pueden causar alguna interferencia con la medicación antirretroviral.
Referencias y Bibliografía