Los microbicidas son fármacos en forma de pomadas, geles, cremas o lociones que se aplican en el interior de la vagina o en el recto antes de las relaciones sexuales. Es decir, son una especie de profilaxis pre-exposición por vía tópica.
Este tipo de aplicación permite una concentración del fármaco en el tejido mucoso en el que se produce la infección y una menor toxicidad a largo plazo.
Los microbicidas se están investigando para prevenir la transmisión del VIH u otros agentes infecciosos durante el contacto sexual. Funcionarían directamente en el virus o en las células del organismo para impedir la entrada del VIH o su replicación en las mismas.
Aunque la mayoría de los microbicidas que se están probando se administran con aplicador, se está evaluando el uso de otros métodos de administración del producto tales como anillos vaginales de liberación prolongada, esponjas, supositorios, cápsulas o diafragmas. Estos últimos serían particularmente útiles al no ser necesario repetir la aplicación de forma diaria.
Actualmente, se considera que los microbicidas son una importante estrategia preventiva para las mujeres cuando no pueden negociar el uso del preservativo con sus parejas, algo más acusado en determinadas regiones del mundo o en comunidades de migrantes. También se está investigando sobre su aplicación rectal en hombres gais y bisexuales.
La búsqueda de microbicidas eficaces ha avanzado con gran rapidez. Se están probando en miles de personas en varios países de África para determinar si son capaces de prevenir la infección por el VIH.
Referencias y Bibliografía
