La profilaxis post-exposición (PPE) es una medida secundaria, excepcional y de urgencia, para prevenir el VIH cuando la prevención primaria ha fallado.
Por ejemplo, si no has usado preservativo, se te ha roto o deslizado, o si has compartido agujas o jeringuillas.
Está indicada únicamente para personas que no están infectadas por VIH después de haber tenido una exposición de riesgo esporádica y ocasional.
Para conseguir la máxima eficacia de la PPE, es recomendable actuar en las primeras seis horas después de la exposición y nunca después de las 72 horas posteriores. Si tomas la medicación dentro de ese plazo tras una posible exposición, la PPE tiene un alto porcentaje de eficacia.
El tratamiento consiste en la toma de antirretrovirales durante unos 28 días. Por seguridad, deberías añadir otras medidas para proteger a tus parejas mientras tomas la PPE. Esto incluye usar siempre preservativos y no compartir agujas, jeringuillas ni otros utensilios para la inyección de drogas.
En el caso de que tengas exposiciones repetidas, no es aconsejable la profilaxis post-exposición. Si tienes muchas exposiciones de riesgo de manera habitual, habla con tu médico para que te exponga medidas de prevención más adecuadas, como la profilaxis pre-exposición (PrEP) u otras.
El suministro de la PPE en España está protocolizado por el Ministerio de Sanidad: sólo se administra en los servicios de urgencias hospitalarias.
Cada situación se analiza de forma individualizada y el médico o el personal sanitario son quienes valoran si el tratamiento está indicado, o no, en función del tipo de exposición y del riesgo que hayas tenido. La decisión última se toma conjuntamente entre el médico y tú, una vez valorados los riesgos y los beneficios del tratamiento. El riesgo de transmisión de otras infecciones forma parte también de la valoración. Es importante que, junto con la administración de la PPE, el personal sanitario te haga una serie de recomendaciones sobre reducción de riesgos, para evitar que se repitan exposiciones de este tipo.
Ten en cuenta que el tratamiento pautado no garantiza que la infección por el VIH no se produzca. Además, la PPE puede tener riesgos y efectos secundarios para la salud. Es conveniente que el médico te informe.
Referencias y Bibliografía
