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El VIH y los ODS

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una iniciativa impulsada por Naciones Unidas en 2012 para dar continuidad a la agenda de desarrollo del planeta planteada en 2000 con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Se trata de 17 objetivos y 169 metas que abordan asuntos como el cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible, la paz y la justicia, entre otras prioridades. 

La ONU busca el desarrollo general, sin que nadie se quede atrás. Por ello, la respuesta a la lucha contra el VIH/sida está íntimamente relacionada con los ODS. No se puede poner fin a la epidemia sin satisfacer las necesidades de las personas que viven con VIH ni abordar las cuestiones determinantes relacionadas con la salud y la vulnerabilidad. 

Las personas que viven con el VIH pertenecen con frecuencia a comunidades frágiles y son discriminadas y marginadas. Son víctimas de la desigualdad y de la inestabilidad, por lo que sus preocupaciones deben ocupar un papel central en los esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible.

Estos son los diez ODS especialmente relevantes para la respuesta al VIH/sida:

ODS fin de la pobreza

Objetivo 1: Poner fin a la pobreza. La pobreza puede aumentar la vulnerabilidad a la infección por el VIH. Los hogares afectados por el VIH son más vulnerables a caer y permanecer en la pobreza. El nivel socioeconómico desigual de las mujeres pone en peligro su capacidad para prevenir el VIH o mitigar el impacto del sida. El empoderamiento económico y la protección social pueden contribuir a reducir la pobreza y la vulnerabilidad al VIH, y ayudar a mantener saludables a las personas que viven con el virus.

Objetivo 2: Poner fin al hambre. El hambre puede incrementar el riesgo de infección de VIH al inducir a conductas de riesgo y dificultar la adherencia al tratamiento. Las enfermedades avanzadas relacionadas con el VIH deterioran el estado nutricional y la seguridad alimentaria de personas y hogares. El apoyo nutricional a través de sistemas integrados puede evitar la transmisión del virus y mejorar los resultados de salud.

Objetivo 3: Asegurar una vida saludable. La falta de la cobertura universal de salud, incluyendo aquí servicios de salud sexual y reproductiva, restringe el acceso a la prevención y al tratamiento del VIH. La mayoría de las personas se infecta por transmisión sexual o por transmisión de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Este ODS incluye el compromiso adquirido por los estados miembros de acabar con el VIH en 2030.

Objetivo 4: Garantizar educación de calidad. La mayoría de los adolescentes y jóvenes de todo el mundo no tiene un conocimiento preciso e integral de lo que es el VIH. Las enfermedades relacionadas con el VIH impiden la asistencia escolar y el aprendizaje, al igual que lo hacen el estigma y la discriminación en el entorno escolar. Profesores y otros profesionales pueden hacer de las escuelas lugares más seguros, más sanos y más inclusivos para los estudiantes y los profesores que viven con el VIH o están afectados por el virus. Pueden, así, proporcionar una educación de calidad para que los jóvenes tomen decisiones responsables sobre la salud sexual y reproductiva.

Objetivo 5: Lograr la igualdad de género. Las inequidades de género, la discriminación, la violencia y otras prácticas nocivas aumentan el riesgo de infección por VIH y su impacto. El VIH es la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva (15-44 años). Las mujeres que viven con VIH se enfrentan a menudo a una mayor violencia. El estigma y la discriminación hacia las mujeres que se inyectan drogas, así como la violencia de género y los abusos a la mujer, incrementan el riesgo de contraer VIH, tuberculosis, hepatitis víricas e infecciones de transmisión sexual. 

Objetivo 8: Promover el crecimiento económico. Los entornos de trabajo seguros facilitan el acceso a los servicios de VIH, especialmente a personas con empleo informal como los migrantes en situación irregular y los trabajadores sexuales. Las personas que viven con VIH experimentan tasas de desempleo tres veces más altas que la media. Abordar el VIH en el mundo del trabajo y proteger los derechos laborales contribuirán a que las personas que viven con el virus disfruten de un empleo pleno y productivo.

Objetivo 10: Reducir la desigualdad. La desigualdad de ingresos está vinculada a una mayor prevalencia del VIH. El VIH afecta más severamente a las comunidades excluidas y sin poder. El estigma y la discriminación son factores de alta prevalencia del VIH, que también está vinculada a un menor acceso a la atención sanitaria y a la vivienda. La protección contra la discriminación, los servicios legales, la educación en derechos humanos, el acceso a la justicia y la protección internacional pueden empoderar a las personas a que reclamen sus derechos y a mejorar el acceso a los servicios de VIH.

Objetivo 11: Hacer las ciudades seguras y adaptables. El VIH afecta especialmente a las personas que habitan en ciudades y zonas urbanas. 200 ciudades albergan más de una cuarta parte de todas las personas que viven con VIH en el mundo. La rápida urbanización ha contribuido a la expansión del VIH. Las personas que viven en barrios marginales a menudo se infectan con VIH en mayor proporción que aquellas que habitan otros sectores. Las respuestas locales al VIH lideradas por las ciudades apoyan una transformación social positiva mediante el fortalecimiento de los sistemas de salud y sociales para llegar a las poblaciones más marginadas.

Objetivo 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas. La exclusión, la estigmatización, la discriminación y la violencia alimentan la epidemia del VIH entre adultos y niños. La respuesta liderada por personas que viven con VIH ha promovido el acceso a la justicia y a mecanismos de rendición de cuentas centrados en las personas. La gobernanza participativa, que incluye las respuestas lideradas por la comunidad, puede llevar a programas más relevantes basados en los derechos humanos y a una mayor responsabilidad para lo relacionado con la salud y el desarrollo.

Objetivo 17: Fortalecer los medios de implementación. La acción colectiva global para mejorar el acceso a medicamentos asequibles contra el VIH es fundamental para poner fin a la epidemia. El movimiento VIH ha conseguido reformar las leyes de patentes y los sistemas de regulación; una interpretación flexible de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC); el monitoreo de acuerdos de libre comercio; y la toma de acciones legales. Los esfuerzos para garantizar tratamientos asequibles, incluidos los medicamentos de segunda y tercera línea, pueden beneficiar una agenda más amplia de salud y de equidad, incluyendo tuberculosis, hepatitis C y enfermedades no transmisibles. 

Referencias y Bibliografía

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