Los servicios de salud del Ayuntamiento de Madrid atendieron a 351 personas con adicción al chemsex entre enero de 2021 y julio de 2022. Esto supone un 602% más que en los años 2017 y 2018, cuando se atendió solo a 50.
Estas cifras del informe sobre chemsex publicado este año por Salud Madrid ponen de manifiesto el aumento de esta práctica en España. Los especialistas alertan sobre sus peligros y su adicción.
Porque la práctica de chemsex guarda una relación muy estrecha con casi todas las ITS, según advierten los especialistas. El chemsex es el uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales durante un largo periodo de tiempo.
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Esta práctica se da, principalmente, entre algunos hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH), y se puede realizar con muchos tipos de drogas antes o durante la actividad sexual. El efecto de las drogas provoca tal grado de desinhibición que se pierden las prevenciones que hay que guardar para tener sexo de forma responsable, lo que se traduce -por ejemplo- en no usar profilácticos o en una mala colocación de los mismos por escasa lucidez.
En España, el 59,8% de los atendidos por chemsex tienen un diagnóstico de VIH positivo. El 75,5% ha sufrido algún tipo de infección de transmisión sexual, según los datos extraídos del Sistema Unificado para Registro de Adicciones (SUPRA). Las más prevalentes son la sífilis, con un 66,9%, y la gonorrea, con un 49,1%.
La práctica del chemsex es más habitual entre personas con formación académica. Los datos del SUPRA arrojan que el 54% tenían estudios superiores, un 40% tenía estudios secundarios y solo un 6% no tenían finalizados ningún tipo de estudios.