Según un estudio que coordina Juan Pasquau, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, el diagnóstico tardío en España alcanza el 50% de los nuevos casos.
En España el diagnóstico precoz del VIH sigue siendo una asignatura pendiente. Hasta el punto de que nos está retrasando en la consecución de los objetivos de ONUSIDA para 2030.Nada menos que el 50% de los nuevos casos de VIH en nuestro país corresponde a lo que se denomina diagnóstico tardío, lo que implica una bolsa de infección oculta muy elevada que es la que mantiene la aparición de nuevas infecciones.
“En los últimos años, hemos notado un ligero incremento de diagnósticos de VIH, así como de otras ITS, y lo peor es que son diagnósticos tardíos” asegura Juan Pasquau, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada y coordinador del estudio ‘Mejora del diagnóstico de la infección oculta por VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) mediante el estudio de los contactos que realizan los pacientes infectados por el VIH’. Esta es una de las razones del proyecto: la búsqueda de nuevas infecciones a través de los contactos que han tenido los pacientes recién diagnosticados, y a los que se denomina ‘caso índice’.
La eficacia del estudio se calcula por el número de nuevos diagnósticos detectados a partir del caso índice. “Si se mantienen las proporciones de otros estudios realizados similares a éste, supondría entre un 20 y 25% más de nuevos diagnósticos”, asegura Pasquau. “La detección temprana de los contactos del caso índice posibilita el diagnóstico de nuevos casos o el desarrollo de medidas preventivas para evitar la aparición de la enfermedad”, añade.
“La detección temprana de los contactos del caso índice posibilita el diagnóstico de nuevos casos o el desarrollo de medidas preventivas”
Juan Pasquau
Hospital Universitario Virgen de las Nieves, Granada
Pero el objetivo de este estudio es doble. Porque también se busca analizar cuántos pacientes aceptan participar en él y dar los nombres de los contactos que han tenido para llegar a ellos y poder diagnosticar, o no, nuevas infecciones de VIH u otras ITS. “La verdad es que, cuando se les explica para qué estamos haciendo el estudio y para qué necesitamos los contactos, casi el 100% de los nuevos diagnósticos acepta participar”. El estudio aprovecha también para analizar la capacidad de contagio de cada caso índice y establecer cadenas de transmisión.
El temor a la vulneración de la confidencialidad y a ser víctima de rechazo social es el factor más frecuentemente referido por los pacientes. “El nudo gordiano es el tema de la confidencialidad de los datos, claro. El caso índice te tiene que dar sus contactos y nosotros aseguramos el total anonimato, como no puede ser de otra manera”, explica Pasquau.
El estudio pasó por el Comité Ética. Sigue escrupulosamente los siguientes criterios: la participación del caso índice debe ser voluntaria y no coercitiva, libre de costes para la persona y sus contactos, integrada en las actividades generales de tratamiento, control y prevención del VIH y otras ITS, y, por supuesto, confidencial. El contacto recibe la notificación de que ha podido estar expuesto a través del caso índice directamente o a través de un profesional sanitario, que en ningún momento revela su fuente. “Este tipo de programas suele ser bien acogido entre los casos índice y los contactos, sobre todo, en la infección por el VIH”, asegura Pasquau.
Según los datos que maneja el equipo de Pasquau, el diagnóstico tardío en Andalucía es un poco más bajo (41%) que en el resto de España (50%), pero aún muy alto. El estudio se realiza en el área sanitaria del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, de Granada, que abarca esa provincia y también Jaén y Almería. Tiene una población asignada superior a los 442.000 habitantes. La principal limitación de un programa de contactos en esta población, la mayoría hombres que tienen relaciones con hombres, es la imposibilidad de identificar a un buen número de contactos, ya que los propios casos índice no conocen a muchos de ellos.
Otra de las limitaciones del estudio es que no se podrán verificar los resultados cuando sea el propio caso índice quien notifique a sus contactos, concluye Pasquau.
Nombre del estudio: Mejora del diagnóstico de la infección oculta por VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) mediante el estudio de los contactos que realizan los pacientes infectados por el VIH.