lupa

La falta de recursos y el estigma, obstáculos contra el VIH

La Asamblea General de las Naciones Unidas fijó en junio de 2021 el objetivo de acabar con el sida en 2030. A mitad de camino del primer hito (final de 2025), los resultados dejan un sabor agridulce. Luces y sombras que se reflejan en el último informe de Onusida, La urgencia del ahora, el sida en la encrucijada, presentado en la Conferencia Mundial del Sida (AIDS 2024), celebrada en Múnich en julio. El propio título del informe es una llamada de atención sobre la situación: la respuesta mundial al sida será un éxito o un fracaso dependiendo de las decisiones que tomen las autoridades

DICIEMBRE 2024

¿Cuáles son los elementos esperanzadores y cuáles los preocupantes?

Luces… Las personas que contrajeron el VIH en el mundo en 2023 fueron 1,3 millones, la cifra más baja desde finales de los ochenta. Y se registró el número más bajo de muertes relacionadas con el sida (630.000) desde el pico de 2004 (2,1 millones), gracias a que 31 millones de personas reciben tratamiento antirretroviral.

Sombras… La cifra de fallecidos a causa del sida es más del doble del objetivo marcado para 2025. Y la cifra de nuevos infectados, tres veces superior. El número de personas que contrajeron VIH aumentó el año pasado en al menos 28 países. Y más de nueve millones de personas que viven con el virus (el 22% del total de personas con VIH en el mundo) no recibieron la terapia antirretroviral.

el dato

22%

del total de personas con VIH en el mundo (más de nueve millones de personas) no recibieron la terapia antirretroviral.

Simplificando, el informe destaca que la respuesta mundial al VIH avanza a dos velocidades: relativamente rápido en el África subsahariana, pero vacilante en otras zonas de alta prevalencia. Mientras que las nuevas infecciones se siguen reduciendo en África subsahariana, que por primera vez en la historia no concentra más del 50% de los nuevos casos anuales, Europa del Este, Asia Central, Norte de África, Oriente Próximo y Latinoamérica han experimentado un aumento, principalmente entre grupos como los hombres homosexuales, las mujeres trans, las trabajadoras sexuales, las personas que consumen drogas o la población carcelaria.

¿Por qué este crecimiento en algunos lugares? La directora ejecutiva de Onusida, Winnie Byanyima, lo tiene claro: “En Europa del Este, las severas leyes de control de drogas impiden que los afectados participen en programas de desintoxicación y salven su vida si han contraído el VIH”. En cambio, el incremento de casos en las otras regiones está relacionado con “el estigma y la discriminación de hombres homosexuales y mujeres trans”, un problema que todavía sigue muy presente en África.

“Hay más de 60 países, muchos de ellos en África, que penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo”, señala Byanyima. Es una de las grandes barreras para luchar contra la expansión del VIH. “Sabemos que cuando se despenaliza la homosexualidad, la incidencia del VIH entre el colectivo LGTBI disminuye mucho”, concluye.

Andriy Klepikov, copresidente regional de AIDS 2024, también ha querido destacar las dificultades de la lucha contra el VIH en Europa del Este, en especial en Ucrania, país del que procede. Para Klepikov, “solo la mitad de las personas que viven en nuestra región recibe terapia antirretroviral, una cifra muy inferior al objetivo mundial del 95%”. Las causas de la situación de la epidemia en la región son múltiples: el consumo de drogas, el estigma y las políticas nocivas, “agravadas por los conflictos violentos, como es el caso de la invasión rusa de nuestro país”.

“La raíz de la epidemia en Europa del Este está en el consumo de drogas, el estigma y las políticas nocivas, agravadas por los conflictos violentos”

Andriy Klepikov

Copresidente regional de AIDS 2024

Byanyima urge a acelerar los progresos para alcanzar el objetivo de 2030. “El mundo tiene seis años para reducir las tasas de nuevas infecciones por el VIH, ampliar el tratamiento antirretroviral y reducir las muertes relacionadas con el sida, pero sólo 18 meses para alcanzar los objetivos de 2025, que determinarán si los países podrán o no acabar con sus pandemias para 2030”, alerta. Si los programas contra el VIH siguen su curso actual, las proyecciones de Onusida indican que unos 46 millones de personas vivirán con VIH en 2050. Incluso si el mundo alcanzara los objetivos de 2025 y mantuviera esos avances, habrá casi 30 millones de personas viviendo con VIH en 2050. “Tenemos una opción”, continúa Byanyima: “Podemos acelerar ahora, reducir las tasas y tener éxito. O podemos distraernos, centrarnos sólo en lo que hemos conseguido y perder la oportunidad de acabar con el sida. Debemos acelerar para mantenernos”.

Algunas de las conclusiones del informe se adelantaron durante la 54ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa (JCP) de Onusida, celebrado en Ginebra (Suiza). Son estas: no hay voluntad política suficiente para financiar y ofrecer programas de prevención a las personas pertenecientes a poblaciones clave, y las condiciones jurídicas y sociales hostiles limitan aún más su acceso a servicios que salvan vidas. El estigma y la discriminación relacionados con el VIH, el género, los comportamientos o la sexualidad también se interponen en el camino. Las necesidades relacionadas con el VIH de las personas de estas poblaciones clave son atendidas a menudo por organizaciones no gubernamentales, incluidas organizaciones comunitarias, cuyo trabajo no suele ser reconocido ni financiado.

Durante la reunión de la JCP, los gobiernos, la sociedad civil y los organismos de las Naciones Unidas anunciaron un compromiso común para acelerar los progresos hacia la consecución de los objetivos contra el sida fijados para 2025 y mantener los logros de la respuesta mundial al VIH de cara a 2030 y más allá. Florence Riako Anam, codirectora ejecutiva de la Red Mundial de Personas que Viven con el VIH (GNP+), pronunció el discurso de apertura con un mensaje rotundo: “Las personas que viven con VIH estarán aquí en 2031. Para nosotros, la sostenibilidad de la respuesta al VIH es un viaje de transformación, y no un destino con fecha de finalización”. Por su parte, John Nkengasong, coordinador mundial de Estados Unidos para el sida y responsable del Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del Sida (PEPFAR), afirmó que los logros son frágiles y deben mantenerse: “2030 es crítico porque en ese momento la comunidad mundial o bien dice ‘hemos hecho lo que hemos podido y no sabemos qué más hacer’ o bien decimos ‘¡Sí, podemos llegar a la meta!’… 2030 es el momento de la cima de la montaña”. Nkengasong pidió que Onusida cuente con todos los fondos necesarios para continuar su labor de salvar vidas.

“Para optimizar la integración del VIH y la atención primaria de salud, es preciso establecer asociaciones bien coordinadas entre gobiernos, empresas del sector privado, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales”

Peter Sands

Director del Fondo Mundial

Antes de la JCP, y aprovechando la histórica colaboración con el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, Onusida firmó un nuevo marco estratégico de cooperación y colaboración para poner fin al sida. El nuevo marco estratégico coloca a las personas y a las comunidades en el centro, y tiene como objetivo unir a países, comunidades y socios en la respuesta al VIH y más allá de ella para adoptar medidas prioritarias que aceleren el progreso hacia la visión de cero nuevas infecciones por VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida.  En los debates de la JCP, el director del Fondo Mundial, Peter Sands, declaró que “para optimizar la integración del VIH y la atención primaria de salud, es preciso establecer asociaciones bien coordinadas entre gobiernos, empresas del sector privado, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales”.

Este contenido ha sido publicado en #Revihsta 9.

Referencias y Bibliografía

¿Crees que puedes tener VIH?

PREGUNTAS CON RESPUESTA

Actualidad

VIHpedia