La percepción de utilidad y satisfacción por parte de los pacientes es muy alta: 5,8 y 6.7 puntos sobre 7 puntos, respectivamente.
Hace un año se puso en marcha preparatuproximaconsulta.com con el apoyo de Gilead. Poco después, comienzos de 2024, la web pasó a ser también una app descargable en el móvil. Con ambas, se pretende evaluar de manera sencilla el estado de salud de los pacientes con VIH antes de una visita médica. Y, para ello, se emplea una serie de cuestionarios validados (PRO) que incluyen preguntas sobre la percepción de su salud global, de su calidad de vida, de su bienestar general y de su satisfacción con el tratamiento antirretroviral que siguen.
Después de este tiempo, Juan González García, coordinador del proyecto y médico del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, hace balance de la herramienta: “En nuestra experiencia, es una herramienta útil que facilita y optimiza los tiempos de consulta con el paciente y facilita que el clínico aborde problemas globales o específicos de salud que preocupan a este y que pasan desapercibidos en una consulta estándar”.
La recopilación de PRO (escala validada) se realiza a través de un cuestionario en línea que consta de 27 preguntas, cuidadosamente divididas en cinco secciones. Se contesta en diez minutos. Para González, las personas con VIH que utilizan esta herramienta “lo que más valoran es la oportunidad de comunicar a través del informe, que comparten con el médico, una relación de datos sobre su salud generados sin limitación de tiempo ni intermediación de otras personas, y la oportunidad para que su médico sea consciente de esos datos y los tenga en cuenta durante la consulta”.
De los pacientes califican la utilidad como adecuada.
De los pacientes califican la satisfacción como adecuada.
Los datos del estudio que se realizó para poner en marcha el proyecto revelan que el 80% de los pacientes pudo usar la aplicación de forma autónoma tras un entrenamiento básico. Lo que indica que es una herramienta fácil de incorporar en la práctica clínica. La puntuación en percepción de utilidad y en satisfacción por parte de los pacientes fue muy alta: 5,8 y 6.7 puntos respectivamente, en una escala de 7 puntos. El 78 y el 87% de los pacientes, respectivamente, calificaron la utilidad y la satisfacción como adecuadas. Los médicos califican su utilidad y su satisfacción un poco más bajo: 5,6 puntos sobre 7 y en el 56% de los casos como ‘adecuada’ en cuanto a utilidad; y 6.0 y 56% con valoración positiva en cuanto a ‘satisfacción’. “Probablemente, alguno de los médicos considera igual o más útil la entrevista espontánea con el paciente o que el cuestionario de la app no aborda todos los temas de salud que deben controlarse en los pacientes VIH durante la consulta”, explica González.
“Los PROs ayudan en las decisiones terapéuticas, ante varias alternativas, a elegir la que mejor se adapte a la percepción y preocupaciones del paciente, lo que seguramente contribuirá a una mayor eficacia”
Juan González García
Coordinador del proyecto y médico del Hospital Universitario La Paz de Madrid
Los PRO son hoy una herramienta muy importante para proporcionar una atención adecuada e integral en salud. Hasta no hace mucho la atención médica se basaba, en la mayoría de los casos, exclusivamente en la visión que el médico obtenía de un proceso por la anamnesis, exploración y valoración de pruebas complementarias.
Dependiendo de cómo dirija el médico la anamnesis pueden no detectarse aspectos sobre la preocupación del paciente sobre aspectos específicos de su enfermedad o tratamiento, u otros aspectos relacionados a su estado de salud. “Los PRO ayudan a rellenar esta laguna.
Mediante ellos, el paciente, basándose en su experiencia y percepción, realiza y comparte el resultado de su propia evaluación sobre el estado de su salud global, su enfermedad y su tratamiento.
De esta manera, el médico puede ajustar sus juicios, decisiones o consejos, y adaptarlos a las necesidades del paciente”, asegura el doctor González. Quien concluye: “Por ejemplo, ayuda en las decisiones terapéuticas, ante varias alternativas, a elegir la que mejor se adapte a la percepción y preocupaciones del paciente, lo que seguramente contribuirá a una mayor eficacia. O ante un tratamiento en curso, el paciente puede transmitir datos que permitan evaluar mejor su efectividad, su tolerancia o su toxicidad y que, de otra manera, al médico le podrían haber pasado desapercibidos”.