El principal obstáculo a la hora de encontrar una cura para el VIH es que el virus es capaz de permanecer latente dentro de las células que infecta en espera de activarse más adelante. Esto hace que pase desapercibido para el sistema inmunitario del cuerpo y también para los tratamientos. Es lo que se conoce como reservorio viral.
Un estudio ha descubierto que la razón por la que algunos pacientes tienen un reservorio de VIH más bajo se debe a que una parte de este se encuentra en células de vida corta, algo que facilitaría la eliminación del virus y que convierte a estas personas en buenas candidatas para recibir futuras estrategias de curación.
Investigadores de IrsiCaixa, centro impulsado por la Fundación La Caixa y el Departamento de Salud de la Generalitat, lograron identificar en 2020 a un grupo de personas que, aunque necesitaban los tratamientos para controlar el virus, tenían un reservorio significativamente menor que la media de pacientes. A estas personas se las denominó LoViReT (del inglés, Low Viral Reservoir Treated).
En el estudio participaron 44 pacientes con infección por VIH y bajo tratamiento antirretroviral que llevaban tres años, como mínimo, con una carga viral indetectable en sangre. 22 de ellas eran personas LoViRet y las otras 22 contaban con un reservorio de VIH estándar. El descubrimiento era importante, porque, además de aportar datos para entender cómo reducir la cantidad de reservorio viral, podría ayudar en la búsqueda de pacientes candidatos a la aplicación de estrategias de curación del VIH.
“Las células de vida corta son más fáciles de eliminar con la terapia antirretroviral y esto podría explicar por qué los niveles de reservorio de estas personas son más bajos”
Cristina Gálvez
Investigadora de IrsiCaixa
De esta manera, se puso en marcha un estudio cuyos resultados se han conocido ahora a través de un artículo en la revista Journal of Internal Medicine: las personas del grupo LoViRet cuentan con niveles más bajos de reservorio viral y muchos de los virus son defectuosos. De hecho, al 71% de los individuos de esta cohorte no se le ha podido detectar virus con capacidad para multiplicarse en la sangre.
María Salgado, investigadora asociada a IrsiCaixa, explica que, puesto que se conoce que la cantidad de reservorio del VIH es de cinco a diez veces mayor en los tejidos linfoides en comparación con la sangre periférica, en el marco de esta investigación se decidió estudiar la cantidad de VIH en estos tejidos mediante biopsia y se vio que las personas de la cohorte LoViReT “tienen una cantidad mínima de reservorio en estos tejidos, con valores siete veces más bajos que los que indican los datos bibliográficos de las personas con un reservorio estándar”.
Otra de las conclusiones del trabajo pone de manifiesto que un 47% del reservorio de estos perfiles de pacientes estaba escondido en células del sistema inmunitario que tienen una vida corta. Cristina Gálvez, la investigadora de IrsiCaixa que ha dirigido el estudio junto con Javier Martinez-Picado, señala que las células de vida corta “son más fáciles de eliminar con la terapia antirretroviral, y esto podría explicar por qué los niveles de reservorio de estas personas son más bajos”.
De esta manera, estas personas son buenas candidatas para recibir futuras estrategias de curación del VIH. Como una de las estrategias de curación del VIH consiste en reactivar los virus del reservorio para que el sistema inmunitario y los tratamientos puedan detectarlos y eliminarlos, el hecho de que exista un perfil de personas que, de forma natural, ya tiene un reservorio más pequeño favorece la eliminación de ese reservorio.
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos ya ha dado financiación para un proyecto a este grupo de investigación para continuar con esta línea de trabajo y seguir analizando las características de la cohorte LoViReT y su potencial en la búsqueda de tratamientos contra el VIH.
La investigación es un paso más en el trabajo que distintos grupos de investigación llevan a cabo desde hace décadas sobre los perfiles de personas que consiguen controlar el virus de una forma inusual.
Referencias y Bibliografía