Alrededor de 55.000 serologías realizadas en 103 servicios de urgencias adscritos a la Red de Hospitales VIH, más de 600 casos positivos de VIH diagnosticados y entre 1.200 y 2.400 diagnósticos de VIH evitados desde el 1 de enero de 2021 hasta octubre de 2022.
El programa Deja tu huella, de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) y el Grupo de Infecciones en Urgencias (Infurg-Semes) está dando sus frutos.
El proyecto nació hace dos años para promover los programas de cribado del VIH en los servicios de Urgencias españoles. Y es que la epidemia aún no está estabilizada en nuestro país.
Según datos del Ministerio de Sanidad y del Plan Nacional del Sida (PNS), el número anual de diagnósticos no disminuye, el diagnóstico tardío de la infección ocurre en casi la mitad de los casos (48%) y más de un 13% de pacientes no sabe que está infectado.
Además, se calcula que una de cada tres oportunidades diagnósticas perdidas en la infección por VIH se produce en Urgencias. Hay más: la media de visitas a Urgencias de cada paciente es de dos durante los tres años previos al diagnóstico.
Con estos datos sobre la mesa, resulta evidente la relevancia de poner en marcha programas como este, que ya está presente en casi todas las comunidades autónomas.
Juan González del Castillo, del servicio de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos y coordinador de Infurg-Semes y del proyecto Deja tu Huella, ha destacado las razones por las que es fundamental este trabajo de cribado: “Hay pacientes para los cuales su único contacto con el sistema sanitario son los servicios de Urgencias. Por edad, por su situación de migrantes o porque son personas en situación de vulnerabilidad, apenas tienen contacto con atención primaria y sí con nosotros. De hecho, los estudios muestran que la tasa de prevalencia en VIH cuando hacemos cribados es superior a la que hay en la atención primaria, así que somos clave en la lucha”.
“Hay pacientes para los cuales su único contacto con el sistema sanitario son los Servicios de Urgencias”
Juan González del Castillo
Servicio de urgencias del Hospital Clínico San Carlos y coordinador de Infurg-Semes y del proyecto Deja tu Huella
De momento, los resultados avalan el proyecto y, superados los 600 diagnósticos positivos, el objetivo ahora es llegar a 1.300. Como indica González del Castillo, el programa es eficiente desde el punto de vista del coste “si se supera el 0,1% de tasa de positividad”. La tasa se encuentra hoy en el 0,8%. Según destaca Juan González Armengol, presidente de Honor de Semes, “con una inversión de 20 millones de euros en 20 años para diagnosticar el VIH en Urgencias se evitarían 14.000 nuevas infecciones y la reducción de la incidencia supondría 4.500 millones de euros ahorrados en una década”.
El proyecto Deja tu huella ha sacado a la luz 600 positivos por VIH desde el 1 de enero de 2021. Para ello, se han realizado 55.000 serologías en 103 servicios de Urgencias . Se han evitado entre 1.200 y 2.400 diagnósticos de VIH.
Dedicar esta cantidad en 20 años para diagnosticar el VIH en Urgencias supondría evitar 14.000 nuevas infecciones y ahorrar 4.500 millones de euros en una década, según Juan González Armengol, presidente de Honor de Semes.
Deja tu Huella busca establecer un patrón de actuación en Urgencias para definir específicamente a qué pacientes se les debe realizar una serología, y cuál podría ser el proceso de comunicación de los resultados a los pacientes y su posterior derivación. “En un entorno de trabajo tan complejo, es importante dar unas pautas claras y sencillas de actuación. Estas normas deben ser homogéneas, porque uno de los aspectos capitales en la atención sanitaria es que no haya diferencias en los procedimientos, independientemente del lugar o el hospital”, afirma Tato Vázquez, presidente de SEMES.
La campaña pretende sensibilizar a los profesionales de Urgencias para que realicen de manera frecuente la prueba del VIH a personas que tienen alta probabilidad de sufrir la infección. Esta iniciativa, que cuenta con el aval científico del Grupo de Estudio de Sida (GESIDA) y de SEIMC, y con la colaboración de Gilead, abre la puerta a demostrar que esto mismo se puede aplicar a muchas otras enfermedades infecciosas.
Vázquez apunta que la petición de una serología “representa un pequeño esfuerzo añadido en relación con todo nuestro trabajo diario y, sin embargo, tiene un gran impacto en la salud pública, ya que no sólo diagnosticamos personas que viven con VIH y mejoramos su pronóstico y su calidad de vida, sino que también evitamos costes al sistema e infecciones secundarias y, por tanto, que la epidemia se siga propagando”.
“Para nosotros, la petición de una serología representa un pequeño esfuerzo añadido en relación con todo nuestro trabajo diario. Sin embargo, tiene un gran impacto en la salud pública”
Tato Vázquez
Presidente de SEMES
Con todo, las cosas no son siempre es así. “Hay que concienciar al médico de Urgencias de la importancia de su rol en el cribado de VIH. Trabaja en un entorno hostil, con una gran carga de trabajo y en muchas ocasiones con pacientes de alta gravedad. Por eso, puede percibir que esta no es una materia suya, a no ser que el resultado de la serología vaya a modificar el manejo del proceso agudo que ha motivado la consulta en Urgencias”, explica el doctor González del Castillo.
¿Cómo elegir las personas a las que realizar las pruebas? Hay pacientes que acuden a Urgencias con problemas que alertan sobre la posibilidad de padecer infección por VIH. Otro tipo de infecciones de transmisión sexual, profilaxis post exposición (PPE), síndrome mononucleósico, neumonía adquirida en la comunidad o padecer un herpes zoster son, para los expertos, algunas de estas “alertas”. Sobre todo, en pacientes de entre 18 y 65 años que no tienen otros factores conocidos que puedan ocasionar la patología. “Si un paciente viene por cualquiera de estas patologías, lo que promovemos es que el médico solicite también una serología, al margen de su actuación. Pero no sólo si el paciente presenta los casos expuestos. El médico de Urgencias sabe que también puede haber otros condicionantes, como que el paciente provenga de una zona de elevada prevalencia. Si es así, que también pida serología”, recomienda.
“La petición de profilaxis post exposición es un motivo de consulta habitual en Urgencias, sobre todo los fines de semana y los lunes”, añade González del Castillo. “Vemos de todo, claro. Hay pacientes que acuden de forma repetida, como un hecho más o menos habitual. Otros no, y llegan con ansiedad. Pero es más habitual ver pacientes que se lo toman con tranquilidad, se nota que no es su primera vez expuestos al VIH, algunos porque practican sesiones de chemsex”.
La práctica del chemsex está asociada con prácticas de riesgo que pueden facilitar la transmisión del VIH y otras ITS, además de ocasionar graves problemas de salud de tipo cardiovascular o mental. Y cada vez se observa más en las salas de Urgencias. Para el doctor Guillermo Burillo, coordinador del Grupo de Toxicología de SEMES, “alrededor del 30% de los pacientes VIH positivos practica el chemsex, mientras que el slamming (uso añadido de drogas intravenosas) se da en el 16% de ellos”. “Se calcula que la práctica del chemsex puede triplicar el riesgo de infección por VIH y hasta duplicar el riesgo de ITS como clamidia y gonorrea, y se relaciona con un 80% de las seroconversiones por VIH”, destaca.
Juan González del Castillo añade que la infección por el VIH y las ITS están “claramente interrelacionadas: comparten riesgos, incidencia y mecanismos de transmisión”. Además, el facultativo asegura que existe un importante solapamiento entre el VIH y otras ITS: el 28% de los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) está diagnosticado de sífilis y el 15% de los pacientes de gonococia identificados en centros de ITS está coinfectado con VIH. Y las coinfecciones, como se sabe, producen complejidades…
Casi uno de cada tres hombres que tienen sexo con hombres (HSH) está diagnosticado de sífilis.
Un tercio de los pacientes VIH practica el chemsex, mientras que el slamming lo practica un 16% de ellos.
La práctica de chemsex puede triplicar el riesgo de contraer VIH y duplicar el de adquirir clamidia y gonorrea.
Tras casi dos años de trabajo, el siguiente paso que se está dando es la automatización a través de programas informáticos. “Si un paciente viene por cualquier motivo a Urgencias, por una fractura en el brazo, por ejemplo, pero ha tenido alguna de estas patologías y no se le ha hecho una serología, queremos que nos salte una alarma. O, si viene una zona de alta prevalencia, o en el caso de trasplantes, o cuando viene una embarazada que está a término y no ha seguido los controles apropiados…, que el ordenador nos avise. Esto es fundamental para para que ningún paciente se nos escape”, concluye.