El Vishibles Festival de Valencia es ya un clásico en la ciudad. Supone un broche de oro a la semana dedicada a las festividades del Orgullo LGTBI en la capital del Turia.
Fotos de Germán Caballero.
“Contribuimos así a dar visibilidad a la salud sexual desde el respeto, la inclusión y la diversidad”, asegura Pilar Devesa, responsable de comunicación del Comité Antisida de Valencia y coordinadora del festival.
Vishibles Festival nació en 2018 gracias a que fue seleccionado en la convocatoria Altavoz del Consorcio de Museos de Valencia para proyectos de inclusión y cohesión social. El Comité Antisida de Valencia había decidido plantear “una propuesta artística donde se invitara a la ciudadanía a pasárselo bien, a disfrutar de la vida, a concebir que otros tipos de realidades o de diversidades son posibles, más allá del estigma asociado al VIH”, explica Devesa. Que añade: “Conseguiríamos mucho simplemente con que la gente fuera a esta fiesta a pasárselo bien, pero regresara a su casa con el mensaje de que indetectable es igual a intransmisible”. Como es sabido, las personas con VIH que toman la medicación y tienen carga viral indetectable no transmiten el virus a otras personas.
Hasta la fecha, se habían realizado muchas acciones para poner en valor la información y la formación en materia de VIH y salud sexual, como conferencias sobre VIH o acciones informativas en facultades universitarias, “pero la gente te escucha sólo un ratito y no se lleva el mensaje a casa”. “Nos preguntamos: ¿qué más podemos hacer? ¿Cómo incorporar la participación de personas con VIH y, a la vez, involucrar a la sociedad para hacer llegar todos estos mensajes? Y se nos ocurrió montar una fiesta. Al final, a las conferencias vienen siempre personas que ya están concienciadas, sensibilizadas; había que llegar a más”, asegura Pilar Devesa.
Presentaron el proyecto a la convocatoria del Consorcio de Museos. Y ganaron. Al principio les facilitaron una sala de exposiciones en el Centro de Cultura Contemporánea del Carmen (CCCC). “Ellos pensaban que íbamos a hacer un recital de poesía, algo a pequeña escala. Pero hicimos un poco de magia y empezamos a contactar con artistas locales para formar toda una programación escénica variada de teatro, de performance, de conciertos, de drag queens, baile…” Cuando presentaron la propuesta, en el CCCC se dieron cuenta de que la sala se les quedaba pequeña y decidieron ceder el claustro. Desde entonces, el claustro — del siglo XV— forma parte de la iconografía del festival y el centro lo ha integrado en su oferta cultural de las actividades de celebración y reivindicación del Orgullo LGTBI en Valencia. “La primera vez vino tanta que marcó un antes y un después; y creo que el propio CCCC se replanteó el proyecto”, subraya la coordinadora de Vihsibles. 2.800 personas disfrutaron el año pasado del festival.
Este año, la sexta edición del Vihsibles Festival se celebra el viernes 30 de junio. “Hemos hecho seis ediciones non stop, ni siquiera paramos en los años de covid”, dice con orgullo Pilar Devesa. La filosofía será la misma: “Disfrutar de la diversidad, con alegría. Todo el mundo flipa un poco con el concepto de venir a un festival a pasárselo bien y volver a casa haciéndote preguntas sobre la salud sexual”.
La drug queer Liz Dust volverá a ser la maestra de ceremonias de un festival de entrada gratuita y libre. “Para mí es una cita que me parece súper… No sé, es como la cita del año; hay una energía muy positiva. Puede ser un festival que podría durar perfectamente dos días en vez de uno; o tres. Yo le llamo el Orgullo 2.0, porque realmente es una celebración de la vida y del buen rollismo de Valencia”, comenta Liz Dust.
Dust es muy querida en Valencia. Se ha convertido en la imagen del festival desde hace tres años. Para ella, “la información sobre salud sexual nunca es suficiente. Muchas veces, hablo con personas que no se han hecho un chequeo en su vida o no saben lo que es una gonorrea a o una sífilis, Hay una desinformación, sobre todo de nuevas generaciones, muy abrumadora. ¡Tampoco saben quién es David Bowie! Eso también me lleva las manos a la cabeza”.
Liz también destaca que informar en un ambiente festivo “es muy efectivo como estrategia”. “Porque, a la vez, celebras todo lo que se ha conseguido. Y, sobre todo, luchas contra el estigma, el silencio, que es lo que realmente ha matado a muchas personas”.
La programación de este año cuenta con Sharonne, la ganadora de la segunda temporada del reality Drag race. El festival volverá a sumergirse en la parte más underground: “Nos traemos a un grupo de Punk Travesti. Así no perdemos la esencia con la que nació el Comité Antisida de Valencia”, reconoce Pilar Devesa.
El Comité busca que haya una amplia diversidad de disciplinas artísticas. “También intentamos evolucionar todos los años. Por ejemplo, este año hacemos un pase de modelos con diseñadores queer y sostenibles, y nos traemos a un grupo de cumbia disidente de Argentina”. Devesa concluye: “Una de las cosas que más nos llamó la atención desde la primera edición —que ya nos parecía preciosa— es el hecho de que, en este evento, lo mismo, te encuentras abuelitas y abuelitos que vienen a ver qué nos enseñan los jóvenes. Pero ves a papás y mamás con sus hijos, chavalines muy jóvenes de instituto que vienen con monitores y con profesores… Es que hemos visto de todo”.
