Cuando llegas a los 50, no puedes escapar al hecho cierto de que estás envejeciendo. Aparecen dolores nuevos o se producen cambios en tu bienestar. Debes estar atento.
• Vigila el colesterol. El 54% de los europeos ha aumentado sus niveles de colesterol. Es la mayor tasa de prevalencia del mundo. El colesterol es la primera causa de enfermedad coronaria e ictus. Si fumas y tienes hipertensión, el riesgo es mayor. El VIH y algunos de sus tratamientos también pueden aumentar los niveles de colesterol. Cuida periódicamente este indicador, hazte análisis de sangre.
• Sigue los programas contra los cánceres de colon y de mama. El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte por cáncer más frecuente en Europa, independientemente de que se tenga o no VIH. No ignores los programas de detección y hazte la prueba cuando te toque. Vivir con VIH no incrementa el riesgo de tener cáncer de mama, pero desde los 40, y aún más desde los 50, las mujeres deben someterse a revisiones rutinarias.
• Vigila tu próstata. El cáncer de próstata afecta principalmente a los hombres mayores de 50 años. Uno de cada ocho desarrolla este tipo de cáncer en algún momento de su vida. Es importante revisar los antecedentes familiares. Los hombres negros afrocaribeños también presentan una mayor incidencia. El riesgo es aún mayor en los hombres que viven con VIH.
• La disfunción eréctil aumenta. Si ocurre, es importante que se le cuentes al médico porque puede ser síntoma de otras patologías como diabetes, enfermedad renal o coronaria. Los hombres que viven con VIH tienen un riesgo mayor de sufrir disfunción eréctil, es decir, de no poder conseguir o mantener una erección.
• Mide tu densidad mineral ósea. En las mujeres, y debido a una reducción de los niveles de estrógenos, el riesgo de osteoporosis es mayor después de la menopausia. La pérdida de masa ósea en los hombres es más lenta. No sucede a los 50 de manera brusca sino más progresiva. Pero a los 65 o 70 la situación es similar en unos y en otras. Las personas que viven con VIH presentan en general un riesgo más alto de perder masa ósea. Por tanto, si es tu caso, asegúrate de tomar tu dosis diaria de calcio y vitamina D. Y consulta con tu médico cómo controlar tu salud ósea.
• El hígado, cada vez menos eficiente. Con los años, el hígado se vuelve menos activo y menos eficiente. Si tienes hepatitis C o consumes mucho alcohol, las probabilidades de dañar tu hígado son mayores. Pregunta a tu médico sobre la analítica relacionada con el hígado y trata de prevenir la coinfección de VIH y VHC.
• Cambian los hábitos de sueño. A medida que cumplimos años cambian nuestros hábitos de sueño. Dormir poco puede aumentar el riesgo de contraer problemas de salud. Consulta a tu médico si tienes problemas para dormir.
Referencias y Bibliografía